¿Pagar por publicar? Todo lo que necesitas saber sobre las editoriales de vanidad

Todos los que escribimos estamos expuestos a las ofertas de las editoriales de vanidad, aunque no sepamos qué son. En este artículo te explicamos los riesgos y porqué no es una buena idea trabajar con ellas.

Dudo mucho que en pleno 2024 haya un sólo autor al cual la palabra “autopublicación” le resulte extraña. Todos sabemos que hoy es posible subir un libro digital a Amazon y venderlo sin necesidad de tener un contrato editorial o cualquier otro trato con un profesional de la edición. Pero, ¿qué pasa cuando esos mismos profesionales vienen a tocar a nuestra puerta ofreciendo un contrato…a cambio de una suma usualmente generosa?, ¿tiene alguna ventaja? Y lo más importante, ¿vale la pena pagar o no?


Hagamos un experimento. Abre Google y teclea “editoriales de vanidad” en español. Da click. En mi caso, San Google me regresa una serie de resultados más comunes que corrientes: definiciones random, links a revistas femeninas, algunos artículos sobre servicios editoriales, una que otra noticia. La verdad, nada que levante alarmas.

Las cosas cambian un poco cuando hago la misma búsqueda, pero en inglés. No he ni terminado de teclear “vanity press” cuando la función de autocompletar ya me está haciendo toda clase de sugerencias escabrosas:

– ¿Qué son las editoriales de vanidad?
– ¿Las editoriales de vanidad son estafas?
– ¿Cómo identificar una editorial de vanidad?
– Lista de principales editoriales de vanidad

Clico en uno de los primeros enlaces y las historias de horror se siguen una tras otra: gente que ha sido contactada por “agentes” ofreciendo colocar su libro en alguna editorial choncha. Contratos que prácticamente prometen que tu libro será el nuevo hit de Hollywood… siempre y cuando contrates un paquete de publicación de 10K. Publirrelacionistas misteriosos que juran conseguir entrevistas en Good Morning America siempre y cuando firmes con ellos. 

En tres palabras: oh my gawd!

La buena noticia es la siguiente: las editoriales de “vanidad” no parecen tener tanto peso en el mercado hispano como en el anglosajón. Pero, para la mala suerte de todos los que escribimos, esto también es una muy mala noticia. 

Significa que a los escritores hispanos nos hace falta información sólida sobre este “esquema” de publicación. La falta de buenas fuentes y testimonios contundentes sólo ha ayudado a crear un vacío de información que tanto compañías como individuos sin escrúpulos han empezado a aprovechar.

Puesto que caer en la trampa de estas compañías sin escrúpulos le puede pasar hasta al más avispado y tech-savvy, a continuación te explicamos qué son las editoriales de vanidad, como operan y por qué, en general, contratarlas rara vez es una buena idea.

¿Qué es una editorial de vanidad y qué suelen ofrecer?

En términos generales, una editorial de vanidad es una compañía (o individuo) que ofrece publicar un manuscrito a cambio de una cuota (por lo general, bastante elevada). Aquí es necesario hacer una distinción entre proveedores de servicios editoriales, como editores, correctores de estilo, maquetadores y diseñadores gráficos, y editoriales de vanidad.


A diferencia de un contratista o proveedor de servicios (por ejemplo, un corrector de estilo), quién solo te vende un par de servicios a cambio de una cuota fija y sin prometerte la luna y las estrellas,  la carta de venta de una editorial de vanidad siempre será que ellos editarán, corregirán, diseñarán y publicaran tu libro sin que tu tengas que mover un solo dedo. Tú único papel en el proceso será entregar el manuscrito, firmar un contrato, pagar la cuota y esperar a que las ventas lleguen. 


Se trata pues de compañías predatorias que explotan el deseo y la ilusión que miles de escritores noveles tienen de ver sus libros en la mesa de novedades de su librería local. Las editoriales de vanidad saben que por cada autor publicado hay cien o docientos aspirantes que están dispuestos a hacer todo por ver sus libros en un escaparate de librería y, dado que la publicación tradicional es el sueño de miles de personas, las existencia de editoriales de vanidad es algo con lo que la industria editorial siempre va a tener que contender.  


light-bulb-goes-on

EL HIGHLIGHT

Las editoriales de vanidad existen porque hay muchísimos más escritores produciendo material de los que las editoriales tradicionales pueden contratar.

¿Qué pasa si contrato a una editorial de vanidad?: lo bueno, lo malo y lo (francamente) feo

Como pasa con cualquier contrato de compraventa o pagaré (¿alguien dijo pago a plazos usando After Pay?), el diablo está en los detalles. El problema con las editoriales de vanidad no es el hecho de pagar por recibir servicios, sino más bien dos cosas bien concretas:


  1. Los contratos restrictivos y predatorios que ofrecen. 
  2. La mala calidad de los servicios ofrecidos.


Vayamos por partes.

Las editoriales de vanidad existen porque hay muchísimos más escritores produciendo material de los que las editoriales tradicionales pueden contratar.

1) Problema #1: contratos a los que no les lees la letra pequeña.

Con toda seguridad, el primer problema al que te enfrentarás cuando aceptes la “oferta” de una editorial de vanidad es un contrato confuso, tal vez largo, lleno de términos desconocidos y, para ser honestos, algunas veces incluso intimidantes. A esto se le añade que varios “representantes” tienen la mala costumbre de presionarte a firmar lo más rápido posible, sin darte ni siquiera 24 horas para evaluar lo que estás a punto de hacer. 

Porque si consultas a un profesional es muy probable que termines notando algunas cláusulas que rayan en el abuso cómo:


  • Cesión de derechos de distribución hasta por 10 años sin posibilidad de recompra. 
  • Cláusulas de no-competencia que te prohíben vender tu trabajo a alguien más (por ejemplo, una editorial real).
  • Porcentajes por regalías irrisorios y esquemas de pago de las mismas pensados para beneficiar solo a la empresa. 
  • Ambigüedad total respecto a la especificidad de los servicios contratados. 
  • NDAs que solo benefician a la supuesta empresa. 


Aunque cada contrato es un mundo, las cláusulas anteriores son bastante comunes y firmar algo así puede comprometer la integridad de tu trabajo y de futuras obras. La regla general aquí es la siguiente: nunca, nunca, pero ABSOLUTAMENTE NUNCA firmes nada que no entiendas al 100%.


¿Le puedes explicar una cláusula a tu mejor amigo en términos sencillos y sin dar vueltas?, ¿no? Entonces no la has entendido y, por lo tanto, no deberías firmar (todavía)

espacio-independiente-aprender-a-escribir

2) Problema #2: Servicios editoriales caros (y malos).

El segundo problema al que tendrás que hacerle frente al producir tu libro con una editorial de vanidad son sus servicios editoriales que rara vez cumplen con un estándar profesional. 


Todo depende del servicio editorial que te ofrezcan, pero te servirá saber que las siguientes “fallas” son bastante comunes:


  • Servicios de edición y corrección de estilo “editados” por novatos (o por un software de estilo gratuito) que dejan manuscritos llenos de errores e inconsistencias.
  • Maquetación y diseño de interiores inexistentes, o hechos con al ahí se va.
  • Portadas diseñadas en canva (con los riesgos de copyright que eso implica) o hechas por “diseñadores” con cero experiencia.
  • Planes de marketing cuya única “estrategia” es postear en Facebook o subir tu libro al catálogo web de la editorial (alojado en un sitio que, dicho sea de paso, nadie visita).
  • Servicios adicionales con costos ocultos y de los cuales nunca nadie te informó. 


Aunque muchos autores auto publicados insistan en lo contrario, la realidad es que todo mundo juzga a un libro gracias a la primera impresión que le deja. Y no hay que engañarnos: un lector serio sí que puede distinguir un libro mal hecho de uno que sigue los estándares del género. Por esta razón es muy importante escoger contratistas capaces de llevar a cabo el trabajo bajo estándares profesionales. 


Entonces, ¿usar los servicios de una editorial de vanidad siempre es malo?


Cómo todo en la vida, depende. Si lo que quieres es producir tu libro a como dé lugar, sin importar los costos o la calidad, tal vez usar los servicios de una editorial de vanidad no sea una mala idea; de menos sabes desde el inicio que la compañía te entregará un producto final a cambio de tu dinero. 


Sin embargo, si lo que te interesa es producir un producto de calidad, que tus lectores disfruten explorando, que se ajuste a las convenciones de tu género y que prácticamente sea indistinguible de un libro publicado de manera tradicional, contratar los servicios de una editorial de vanidad solo te generará dolores de cabeza y potenciales pérdidas financieras. 


Recuerda que, al final del día, una editorial de vanidad no tiene ningún incentivo para crear un libro de calidad. El 90% de los ingresos de una editorial de este tipo proviene de los autores que pagan por servicios editoriales y someten sus manuscritos a contratos un tanto arteros. En el momento en el que el libro se publica, la editorial ya se embolsó el 100% de tú dinero: no hay entonces ningún incentivo para promover tu libro ni ayudar a que este se venda.


¿Cómo identificar a una editorial de vanidad y qué hacer si te contactan?

El protocolo de protección que muchos de nosotros seguimos es simple:


  1. Anota nombres, correos electrónicos, teléfonos y sitios web. Antes de responder a cualquier correo o aceptar tener cualquier llamada, investiga. ¿Qué se dice de esa compañía en internet?, ¿hay posibilidades de contactar a autores que ya han trabajado con ellos? 
  2. Entiende qué es exactamente lo que te están ofreciendo. ¿Un paquete de servicios editoriales (edición, creación de portada, etc.) o publicar tu libro bajo su sello? Además, ¿de qué clase de publicación estamos hablando? (digital o en papel). 
  3. Con la información recolectada, ir a preguntarle a otros escritores. Los grupos de Facebook son geniales para hacer esto. Si se trata de una editorial de vanidad, las posibilidades de que estén ofreciendo sus servicios a más autores que te puedan hablar de su experiencia es bastante alta. 


Para cerrar: así es cómo puedes protegerte

Las editoriales de vanidad no van a desaparecer en el futuro cercano, al contrario. Con la llegada de la inteligencia artificial a la industria editorial, cada vez serán más las compañías sin escrúpulos que busquen explotar los sueños de grandeza literaria que muchos escritores en ciernes guardan. 


La única manera de protegerse pasa por educarse al respecto y entender dos cosas:


  1. Cómo funciona la industria editorial. La triste realidad es que uno cae en ofertas que suenan demasiado buenas para ser verdad por una simple razón: desconocimiento sobre cómo operan las editoriales legítimas. Los editores de Penguin Random House no van por la vida escroleando grupos de Facebook en búsqueda de la nueva E.L James o del nuevo Stephen King. Cada vez son más las editoriales grandes que operan siguiendo el modelo anglosajón: sólo reciben propuestas enviadas por agentes. Y no, los agentes literarios tampoco andan a la caza de nuevos talentos en grupos de Facebook. 


  1. La importancia de controlar tus emociones. Todos soñamos con algún día recibir esa llamada en la que “alguien” nos anuncie que nuestros libros son dignos del Goncourt. Mientras tengas en claro que esto sólo es una fantasía linda y sepas mantener la cabeza fría, tu detector de oportunistas siempre estará afinado.



En resumen: no todos los contratos que “brillan” son de oro

En este artículo explicamos que una editorial de vanidad es una compañía (o individuo) que ofrece publicar un manuscrito a cambio de una cuota (por lo general, bastante elevada. Se diferencian de proveedores de servicios editoriales regulares, como editores y maquetadores de libros en un punto clave: las editoriales de vanidad siempre te ofrecerán hacer todo el trabajo de publicación, desde la edición del manuscrito hasta la promoción del libro. En esta lógica, tú como autor no tendrás que mover un solo dedo. 


El problema con esta oferta, en apariencia perfecta, es doble. 


  1. Los contratos restrictivos y predatorios que ofrecen. 
  2. La mala calidad de los servicios ofrecidos.


En otras palabras: estas compañías te ofrecen un servicio completo, pero la realidad es que la calidad de su trabajo deja muchísimo que desear. Por no hablar del riesgo en el que te pones al firmar un contrato que no entiendes y que, muy probablemente, está lleno de cláusulas abusivas. 


La clave para evitar ser víctima de un esquema así es educarse lo suficiente. Estos son los pasos que debes seguir si alguien se pone en contacto contigo, prometiendo el sol y las estrellas:


  1. Anota nombres, correos electrónicos, teléfonos y sitios web
  2. Entiende qué es exactamente lo que te están ofreciendo
  3. Con la información recolectada, ir a preguntarle a otros escritores


Y recuerda: la mejor labor de prevención la haces al educarte respecto a cómo funciona la industria editorial. 


¿Qué te pareció el post? ¿Alguna vez te ha contactado una editorial de vanidad? Cuéntame en la sección de comentarios. 



También te podría interesar...

'}}
Manifesto en favor de enseñarle a otros lo que escribes
'}}
Personajes que sí parecen personas: Cuatro principios básicos de caracterización
'}}
Como escribir mejores diálogos

Comentarios

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

' skin='skin1'}}